El coche sin conductor, a bajas revoluciones
Contacto: Manuel Díaz -
El año pasado dejó un sabor agridulce para la industria del automóvil: los récords de ventas en Estados Unidos fueron un estímulo y un empujón para un sector cada vez más enfocado en desarrollar las posibilidades de la tecnología. Pero las dudas sobre la evolución de la economía mundial, y sobre todo, de los mercados emergentes, supusieron un jarro de agua fría para las previsiones de fabricantes y proveedores.